Mi aventura docente

Mi aventura docente:



La carrera inicial que estudié es la de profesional Técnico Asistente Ejecutivo; sin embargo cuando estuve viviendo en Estados Unidos, por las necesidades que tenía en ese momento (inquietudes, metas etc.) me puse a estudiar el idioma inglés sin imaginar que en ésto traba-
jaría como lo he hecho desde hace ya casi 13 años. Comencé a trabajar como profesora de inglés en Colegio de Bachilleres en 1995, un año después de que me regresara de los Estados Unidos.


Pienso que estar en contacto con los adolescentes me ha permitido aprender de mis aciertos y mis errores, en este sentido coincido contigo David.


Yo creo que la mayoría de los profesores sufrimos al inicio al querer preparar una clase y no dudo que alguno de nosotros hemos desarrollado algunas habilidades y lo hacemos mejor; sin embargo el no tener una formación pedagógica como menciona la profesora Concepción, nos dificulta las cosas.


Por otra parte una de las cosas que me ha ayudado ha identificar en que ando mal es tratar de interpretar las actitudes que nos muestran los jóvenes, ellos nos dicen mucho de nuestro desempeño en el salón de clases. Por lo tanto, puedo decir que ser docente para mí significa: Aprender entre otras cosas a saber que sienten y piensan los adolescentes, así como a identificar sus necesidades; además a autoevaluarte y autorregular mi conducta inadecuada.



Una de las satisfacciones que he tenido en mi labor docente es que he crecido como ser humano a través de lo que he aprendido, tanto de mis alumnos, compañeros y los cursos que promueve el colegio.


Lo único que no me hace sentir un tanto insatisfecha es ver que aunque el proceso de aprendi-
zaje involucra como mencionaba la compañera Edith, a los padres, éstos por diversas situa- ciones, evaden las demandas de los profesores tutores les requerimos.


Cristina